28 oct 2008

:::Gote: el perrito con sobredosis de Hachis:::


Hoy al mediodia, mientras comia y leia el periodico, he visto la noticia que contaba la historia de Gote, un perrito que esta debatiendose entre la vida y la muerte en una clinica veterinaria de Madrid por haberse comido un gran trozo de Hachis.


Gote y su dueña paseaban como de costumbre por los jardines del Retiro, y por desgracia, confundio un gran trozo de Hachis que unos trapicheantes habian tirado al suelo con una supuesta galleta oreo.


Por lo que cuenta su dueña, Gote se lanzo a por la supuesta galleta y aunque su dueña intento evitar a toda costa que su perrito comiera nada del suelo,cuando logro alcanzarle, Gote ya habia ingerido casi toda la "galleta".


Cuando ambos regresaron a casa, Gote comenzo a actuar de manera extraña: convulsiones, pupilas exageradamente diladas y sin poder apenas mantenerse a cuatro patas...
Despues de llevarlo con urgencia al veterinario y quedarse alli ingresado, a su dueña la han explicado que debido a la gran cantidad que ha ingerido, su perrito sufre una meningitis que le esta complicando tanto su salud que aun temen por su vida.


Pobre Gote...desde aqui mucho animo a su familia, le deseo una pronta recuperacion.

12 oct 2008

:::El Koi, un pez con leyenda:::


:::Leyenda:::


"Había una puerta del dragón en el río amarillo. Solamente el pez que podría nadar contra la corriente del río y alcanzar la puerta podría convertirse en un dragón. Varios peces lo intentaron pero solamente el koi tuvo éxito. Las familias de Samurai levantaron mangas de viento del koinobori fuera de sushogares como símbolo de su deseo para que sus hijos sean tan fuertes y valerosas como el koi”


Segun cuentan, el Koi, es una carpa asiatica que puede nadar contra corriente, esta especie puede llegar facilmente a los 30 años de vida y en Japon y China es el pez de los estanques.


De ahi toda la gente que lo lleva tatuado, simboliza mas alla de lo terrenal, nos inspira fuerza, voluntad y triunfo, representa los deseos de llegar al final y convertirse en lo que uno desea.

:::Sakura, la flor del cerezo::::








Desde la antigüedad, los japoneses exaltan la belleza del sakura, el cerezo del Japón.
Tanto aman a su delicada flor, que le han concedido un lugar privilegiado en su historia y cultura.

De hecho, la consideran la flor por excelencia, hasta el punto de que en ciertos contextos, se refieren al sakura con la palabra para “flor”.
Esta predilección nació hace más de mil años.
En el archipiélago del Japón existe un sinnúmero de cerezos que adornan el paisaje. No hay que viajar muy lejos para encontrar alguna de las 300 variedades autóctonas.
Las flores suelen ser de cinco pétalos dentados -aunque otras variedades tienen mucho más- y están dispuestas en racimos. Presentan una gama cromática que va desde el blanco casi puro hasta el rosado e incluso el carmesí, con sutiles tonos intermedios. Su forma y su color han simbolizado por siglos la pureza y la sencillez.
La imagen del cerezo en flor es espectacular. Cuando la tenue luz del sol se filtra entre las nubes y baña sus delicados pétalos, el árbol emite un resplandor entre rosáceo y blanquecino. Claro, más imponente aún es ver un cerezal entero.


Las flores del cerezo suelen caer muy pronto. La flor del sakura es delicada y con el viento enseguida cae. Así, se puede disfrutar de su belleza y al caer en su plenitud, no da tiempo a verla marchitar.

Esto guarda relación con parte del código samurai en Japón. Es más, el emblema de los guerreros samurai era la flor del cerezo. La aspiración de un samurai era morir en su momento de máximo esplendor, en la batalla, y no envejecer y "marchitarse", como tampoco se marchita la flor del cerezo en el árbol.
Existen dos variedades del sakura, una en blanca y otra en un tono rosa pálido. Hay una leyenda japonesa que dice que antes, las flores del cerezo eran sólo de color blanco.



La leyenda de la flor de Sakura

Durante la Era mejí, en Japón, era muy común que se fuera a buscar la las casas a los mejores samuráis que había sin importar lo viejos que fueran. Durante años se mantuvo una guerra que se cobró numerosas vidas.
En esta época florecían los árboles de Flor de cerezo o flor de ciruelo.
Entonces, no era de extrañar que las mujeres casadas con samuráis se quedaran solas, por lo que estableció una ley en la que se le prohibía a la mujer casada de un samurai en batalla que se viera con otro hombre que no fuera de su familia. La ley establecía que cualquier mujer seria libre de casarse o juntarse con amigos si ésta probaba que su esposo había muerto en combate. Curiosamente en registros nunca se encontró ninguna mujer ejecutada por esta ley, y sin embargo se encontraron tantas muertas como samuráis de distintas zonas.
Ninguna de estas mujeres fue asesinada, ellas mismas lo hacían con el nombre de su esposo muerto en batalla si este era un samurai. Esto siempre lo hacían frente a un árbol de flor de cerezo que con la sangre que absorbía se fue tornando rosada.
Siempre que salía un samurai de su casa se sembraba un árbol de Cerezo en su honor... O por si era necesario.